Paseo y comida, acudió a este restaurante con sus buenos amigos Jesús, Ana y su hija Claudia.
Situación: El restaurante está situado en el citado Coll a una altitud de 920 metros. Desde allí se divisan todas la poblaciones que comprenden El Valle del Pop, así como las sierras de Segaria, Cavall Vert, El Montgó y las zonas limítrofes con el mar. Si la climatología lo permite podremos observar la isla de Ibiza.
El sitio: Caserío casi en lo alto del pico del Coll de Rates. Dispone de un salón presidido por una gran chimenea. No es muy grande. Tienen unas treinta mesas, algunas grandes, con una capacidad de sesenta-setenta comensales. En el exterior dispone de una terraza para los meses de verano. Las mesas son de madera rustica con unos sillones comodísimos.
La comida: Comida alemana de la alta montaña. Platos muy abundantes acompañados de distintos tipos de guarnición (patatas fritas, patatas a lo pobre, patatas asadas, arroz, puré de patata o ensalada de patata). Dado nuestro desconocimiento de la comida alemana, nos dejamos asesorar por la camarera que nos atendió.
Compartimos una ensalada crujiente y unos champiñones rebozados. Ambos entrantes estaban deliciosos.
Como plato principal, Celes se pidió una Plescavizca, que es un rollo de carne picada con trozos de jamón, salchicha y otros, coronado con una loncha de beicon asado crujiente y con patatas a lo pobre. La mezcla estaba deliciosa. Compartimos una ensalada crujiente y unos champiñones rebozados. Ambos entrantes estaban deliciosos.
Claudia se pidió un Tiroler Rosti, que consiste con patatas a lo pobre con carne, dos huevos fritos y ensalada.
Jesús solicitó un estofado de jabalí con col roja cuyo sabor era delicioso y la textura de la carne en su punto, Muy conseguido.
Por fin yo quise probar el Rouladen, que son rollos de ternera alemana con salsa y col roja. Los rollos tenían en su interior carne de salchicha, así como beicon y jamón. Estaba muy conseguido.
Ninguno de los cinco pudimos terminar lo que nos pusieron.Por fin de postre nos pedimos tres Strudel para compartir, que es tarta de manzana con salsa de vainilla y helado del mismo sabor. ¡Buenísimo!
La atención: Fuimos atendidos por una señorita que aparte de orientarnos estuvo todo el tiempo pendiente de atender nuestras solicitudes. Muy profesional.
El menaje: Adecuado y correcto. Cambiaron los cubiertos después de los entrantes.
El precio: Aparte de la comida y mientras la preparaban pedimos un vermú, coca-colas y una cerveza. Con la comida agua y una botella de vino. Con todo lo indicado salimos a 24.- €. Muy bien.
Que mejorar: Paseo y Comida cree que deberían reformar los servicios, pues dejan bastante que desear. También creemos que la música en directo de la que disfrutamos durante toda la comida, se podría bajar el volumen. Se hace difícil poder hablar.
Abierto para las horas de las comidas, de 11 a 18 horas, excepto en los meses de verano que abren por las noches. Recomendamos reservar.
http://www.collderates.com/
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